El diseño del SLS AMG “Gullwing” conjuga deportividad, clase y un toque retro sin echar en falta una estética moderna y embriagadora. Las alas de gaviota no volverán en vano, y desde el frontal presidido por la enorme parrilla con la estrella o las branquias laterales todo rezuma buen gusto y clasicismo. Como culminación, su mecánica no se quedará atrás: situado en posición delantera central (tras el eje delantero), el 6.3 litros V8 de procedencia AMG entrega 571 CV a 6.800 rpm y un par máximo de 650 Nm, suficiente para unas prestaciones sobresalientes.
Prestaciones sobresalientes, porque no podríamos calificar de otra manera el alcanzar los 317 Km/h de velocidad máxima o los 100 Km/h desde parado en tan sólo 3.8 segundos. Lo sabemos, hay superdeportivos bastante más rápidos, pero en el SLS las prestaciones son tan sólo una virtud más, eso sí, muy importante.
El motor está lubricado mediante cárter seco y equipa una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones, mientras que su consumo medio homologado es elevado, como es lógico, pero no exagerado: 13.2 litros/100 Kilómetros. Seguro que será lo que menos les importe a sus futuros dueños, aunque próximamente
